RUTA LA PARADIELLA

Estamos en nuestro primer invierno y a pesar de no haber ni la mitad de turismo que en verano seguimos funcionando, creciendo, proponiendo nuevas actividades y retos para la gente local y de casa, explorando nuevos rincones por el Occidente Asturiano para enseñarselos a aquel que este dispuesto a descubrirlos…eso sí…, a pata!

Domingo 02 por la mañana nos reunimos en Cadavedo en el Bar El Casino, barin de la zona muy recomendable donde ponen un picadillo increible y puedes tomar un café relajadamente. De ahi salimos compartiendo coches hasta Silvamayor, donde una vez todos juntos, explicamos la ruta, como usar los bastones y sus caracteristicas para empezar el recorrido cuesta arriba. Mucho frío de invierno que ya llegó y que se fué remediando con cada kilómetro que avanzabamos hasta quedar en camiseta y sudando. La respiración se acelera, el cuerpo empieza a expulsar vapor como una locomotora, las piernas empiezan a cargarse, la mente empieza a distraerse con detalles tan simples como un charco de agua….cada uno sube a su ritmo pero siempre manteniendonos juntxs en equipo.

Atravesamos el Poblado de la Candanosa donde quedamos fascinadxs por la buena conservación de las antiguas casas de piedra y muros levantados al milímetro. En este pequeño pueblo aún se respira la esencia y pureza del bosque asturiano, la tranquilidad, el silencio, los castaños y las vistas nos hacen caer y adentrarnos en una escena única a la vez que mística. Que contrastante puede ser a veces Asturias…Más de algunx se imagina viviendo aquí…estoy seguro!

Descansando y comiendo el bocata en la Candanosa.
En los lugares mágicos nacen setas magicas…

Seguimos cuesta arriba hasta llegar al tramo final donde una gran pendiente puso a prueba mas que algunx para llegar a la cima y disfrutar de la panorámica 360º del Concejo de Valdés hacia el interior, y la Costa con el Mar Cantábrico mas tranquilo de lo normal a estas alturas del año. La vuelta fué en sentido circular donde pasamos por delante de la antigua Escuela de Silvamayor y acabar finalmente en el punto de encuentro donde dejamos los coches.

La despedida como no…fue en el bar!!!

Recta final.

Esto es lo que queríamos ver, lo que realmente todos y todas necesitamos: sentir nuestro cuerpo en la naturaleza.

Arriba todxs juntxs. Pico la Paradiella.

Gracias por confiar en nosotros y uniros a la aventura.

Nos vemos en la proxima!

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